Néstor Cortés, el talentoso lanzador cubano de los New York Yankees, se encuentra en el centro de las expectativas rumbo a la Serie Mundial de la MLB 2024. A pesar de estar en la lista de lesionados desde septiembre debido a una distensión en el flexor de su codo izquierdo, su posible regreso al roster para enfrentar a los Los Angeles Dodgers ha generado gran atención. Aaron Boone, manager de los Yankees, dejó entrever que existe una “considerable posibilidad” de que Cortés esté disponible para la gran cita, aunque su rol podría cambiar significativamente.
La última vez que Cortés subió a la lomita fue hace más de un mes, lo que deja algunas dudas sobre su capacidad para retomar su puesto como abridor, especialmente considerando que viene de una lesión delicada en su brazo de lanzar. Durante la temporada regular, el cubano fue clave para el éxito de los Yankees, lanzando en 31 juegos y acumulando nueve victorias y 10 derrotas a lo largo de 174 innings. Su promedio de carreras limpias quedó en 3.77, una cifra sólida que lo mantuvo como una pieza importante en la rotación abridora. Además, abanicó a 162 bateadores, quedando a solo uno de igualar su mejor marca personal, lo que refleja su dominio cuando se encuentra en plena forma física.
Sin embargo, el escenario ha cambiado para la Serie Mundial. Boone ha señalado que, en caso de ser activado, Néstor Cortés probablemente se desempeñaría como relevista en lugar de abridor. Este ajuste se debe tanto al tiempo que ha pasado fuera de acción como a la necesidad de proteger su brazo en un momento tan crucial. El bullpen de los Yankees ha contado con relevistas zurdos como Tim Hill y Tim Mayza para llenar el vacío que dejó Cortés, y la adición del cubano podría proporcionar una valiosa opción para manejar situaciones complicadas contra bateadores zurdos en la serie final.
La importancia de contar con un lanzador de la calidad de Néstor Cortés en la Serie Mundial no puede subestimarse. Aunque ha estado lidiando con lesiones, su capacidad para manejar la presión en juegos importantes es bien conocida. En su rol de relevista, podría ser utilizado estratégicamente para enfrentar a bateadores difíciles en momentos clave, contribuyendo a controlar la ofensiva poderosa de los Dodgers, que cuentan con figuras como Shohei Ohtani y Freddie Freeman. El hecho de que Cortés esté dispuesto a asumir un papel secundario también muestra su compromiso con el equipo y su deseo de contribuir en cualquier capacidad posible para ayudar a los Yankees a conseguir el título.
Históricamente, este enfrentamiento entre los Yankees y los Dodgers en la Serie Mundial tiene un gran peso. La última vez que estos dos equipos se vieron las caras en el clásico de otoño fue en 1981, cuando los Dodgers se impusieron en seis juegos. Para los Yankees, esta es una oportunidad de redimir aquella derrota y añadir un nuevo capítulo a su rica historia de éxitos. Por su parte, Néstor Cortés, si logra formar parte del roster, estaría haciendo su debut en una Serie Mundial, un sueño para cualquier jugador de las Grandes Ligas y una culminación de su ascenso meteórico en los últimos años.
Cortés ha sido una de las historias de éxito más notables en los Yankees, pasando de ser un lanzador poco valorado en sus primeros años a convertirse en uno de los pilares de la rotación del equipo. Su estilo único y su capacidad para cambiar ritmos y ángulos de lanzamiento lo han convertido en un lanzador incómodo para los bateadores rivales. Aunque este año su promedio de ponches por cada nueve innings fue de 8.36, por debajo de sus mejores números, su control y consistencia lo han mantenido como una opción confiable en los momentos importantes.