La temporada 2024 de las Grandes Ligas fue un año memorable para Miguel Vargas, quien tuvo la oportunidad de ser parte del exitoso equipo de los Los Angeles Dodgers, que se coronó campeón de la Serie Mundial. Vargas, un talentoso jardinero, participó en 30 juegos con los Dodgers, lo que le permitió celebrar el título y recibir su anillo de campeón, un logro significativo en su carrera.
Desde su firma como agente libre en 2017 a los 18 años, Miguel Vargas ha sido un jugador en ascenso dentro de la organización de los Dodgers. Su viaje comenzó en el sistema de ligas menores, donde rápidamente se destacó como un prospecto prometedor. Después de subir al equipo grande en agosto de 2022, Vargas se estableció como una pieza clave del roster, contribuyendo al esfuerzo del equipo para competir por el campeonato en las temporadas siguientes.
A lo largo de sus primeras dos temporadas en las Grandes Ligas, Vargas acumuló un total de 99 partidos. En 2024, continuó su desarrollo como jugador al ser parte de la plantilla de los Dodgers nuevamente. Durante su tiempo en el equipo, logró un total de 17 hits en 71 turnos, lo que le dio un promedio de bateo de .239. En esos 30 partidos, Vargas mostró su capacidad ofensiva con siete extrabases, que incluyen cuatro dobles y tres jonrones. Además, tuvo un impacto en el marcador al impulsar nueve carreras y anotar otras 11.
A pesar de sus contribuciones, la etapa de Vargas con los Dodgers llegó a su fin el 29 de julio de 2024, cuando fue cambiado a los Chicago White Sox. Este cambio marcó un nuevo capítulo en su carrera, aunque el rendimiento en Chicago no fue tan positivo como él esperaba. En 42 partidos con los White Sox, Vargas tuvo un promedio de bateo de .150, aunque logró conectar un par de jonrones y remolcar siete carreras. A pesar de las dificultades en su nuevo equipo, Vargas tuvo la satisfacción de haber sido parte del equipo de los Dodgers que levantó el trofeo de la Serie Mundial, un hito que quedará grabado en su memoria y en su trayectoria.
Una de las experiencias más gratificantes para Vargas durante esta temporada fue compartir el dugout con su compatriota cubano Andy Pages, quien también fue parte del equipo campeón. Juntos, los dos jugadores no solo aportaron al equipo, sino que también se apoyaron mutuamente en su desarrollo profesional, lo que agrega un valor sentimental a su éxito colectivo. El vínculo que formaron en el campo de juego es un recordatorio de la rica historia de talento que ha surgido de Cuba en el béisbol.
Miguel Vargas ha demostrado ser un jugador versátil y trabajador, con un futuro brillante por delante. Su tiempo con los Dodgers no solo lo ha llevado a ser campeón, sino que también le ha brindado valiosas experiencias que lo ayudarán en los desafíos venideros. A medida que avanza en su carrera, Vargas tiene la oportunidad de aprender de su temporada en Chicago y regresar más fuerte, con el deseo de establecerse nuevamente como un jugador clave en las Grandes Ligas.