Randy Arozarena volvió a brillar en las Grandes Ligas, esta vez no solo con el madero, sino también con un impresionante despliegue defensivo que dejó helado en el plato al dominicano Geraldo Perdomo. La jugada, una de las más destacadas de la jornada del martes 10 de junio, ocurrió en el primer inning del duelo entre Seattle Mariners y Arizona Diamondbacks, en el Chase Field. A pesar de su sensacional acción en los jardines y su jonrón en la sexta entrada, el cubano no pudo evitar la contundente derrota de su equipo, que cayó 10×3 ante los locales.
El momento estelar de Arozarena ocurrió en la parte baja del primer episodio. Con Perdomo en segunda base y Josh Naylor al bate, el patrullero de los Mariners se preparaba para enfrentar una potencial jugada peligrosa. Naylor conectó una línea sólida al jardín izquierdo, lo que parecía ser un imparable productor que pondría a Arizona arriba en el marcador desde temprano. Perdomo arrancó a toda velocidad desde la intermedia, confiado en que anotaría sin inconvenientes.
Sin embargo, Arozarena tenía otros planes. El pinareño cargó con agresividad hacia la bola, tomó la esférica de un bote y, sin pensarlo dos veces, disparó con un certero tiro al plato. La bola llegó precisa a las manos del receptor, quien aplicó el guante justo a tiempo para poner fuera a Perdomo, provocando la ovación del público por la frialdad y exactitud del disparo. Fue una muestra de la potencia de brazo y lectura de juego que caracterizan al cubano.
A pesar de esta brillante jugada, la ofensiva de los Diamondbacks no tardó en despertar y responder con contundencia. Los bates de Arizona explotaron a partir del segundo episodio, anotando en cinco de las ocho entradas que consumieron. Josh Naylor, el mismo protagonista del batazo que casi abre la pizarra en el primer inning, terminó la jornada con tres imparables, incluido un doblete remolcador en la tercera entrada.
También se destacaron otros jugadores como el venezolano Gabriel Moreno y el cubano Lourdes Gurriel Jr., quienes sumaron a la cuenta con producciones claves en momentos oportunos. Por el contrario, el abridor de Seattle no logró controlar la ofensiva rival, cargando con la derrota tras permitir cuatro carreras limpias en solo cinco episodios lanzados.
Randy Arozarena, por su parte, siguió siendo una de las piezas más consistentes del lineup de los Mariners. Más allá de su jugada defensiva, logró conectar un cuadrangular en la sexta entrada, un batazo solitario que representó uno de los pocos destellos ofensivos de su equipo. Se fue de 4-1 en el encuentro, manteniendo su aporte habitual tanto en defensa como en ofensiva, aunque en esta ocasión no fue suficiente para cambiar el rumbo del juego.
Brillante en defensa y con poder al bate, Arozarena continúa dejando huella en cada presentación. Aunque Seattle no logró imponerse, el desempeño del jardinero cubano sigue siendo un motivo de orgullo para su equipo y para la afición que reconoce en él a uno de los peloteros más completos del béisbol actual.