Seattle Mariners ha tomado una decisión importante de cara al Juego 5 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana 2025 frente a Toronto Blue Jays, y el protagonista de este movimiento es Randy Arozarena. El jardinero cubano, una de las figuras más reconocidas del equipo, ha tenido una Postemporada muy por debajo de las expectativas, situación que llevó al manager Dan Wilson a realizar ajustes en el orden ofensivo con la intención de reactivar la producción del lineup.
Arozarena, quien comenzó los Playoffs como primer bate, ha tenido serias dificultades para conectar la pelota con consistencia. En 38 turnos al bate apenas ha logrado seis imparables, dejando un promedio ofensivo de .158, además de acumular 16 ponches, cifras que evidencian el mal momento que atraviesa. Su porcentaje de embasado de .273 y un OPS de .536 contrastan de manera drástica con sus números habituales en postemporadas anteriores, donde solía ser una amenaza constante en la caja de bateo.
Ante este panorama, Wilson decidió moverlo al quinto puesto del orden, buscando disminuir la presión sobre el cubano y aprovechar su poder en momentos de corredores en base. En su lugar, el joven fenómeno Julio Rodríguez asumirá el papel de primer bate, con la misión de encender la ofensiva desde el inicio y aprovechar su gran momento. Junto a él, Jorge Polanco y Ty France formarán el corazón de la alineación para intentar recuperar la ventaja en la serie, actualmente igualada 2-2.
El movimiento tiene sentido tanto estadístico como emocional. Arozarena ha demostrado en el pasado que puede responder en momentos clave cuando encuentra su ritmo, como en la Serie de Campeonato de 2020 con los Tampa Bay Rays, cuando fue elegido Jugador Más Valioso tras conectar cuatro cuadrangulares y remolcar seis carreras. Wilson espera que un cambio de enfoque le permita reencontrarse con esa versión.
La clave estará en si el cubano puede ajustar su mecánica y recuperar la confianza en el plato. Seattle necesita su aporte para mantenerse con vida en la serie y soñar con una histórica clasificación a la Serie Mundial. La apuesta está hecha: menos presión, más impacto. El “Mariachi” Arozarena tendrá la oportunidad de demostrar que aún puede ser el bate decisivo que todos esperan.