Julio César La Cruz, el bicampeón olímpico cubano, vivió un combate accidentado el pasado 15 de mayo en el Torneo Nacional de Boxeo Playa Girón, al sufrir una aparatosa lesión en la región del arco superciliar. El experimentado púgil, representante del equipo de Camagüey, salió victorioso por decisión unánime ante el artemiseño Joel Duvergel en la categoría de más de 92 kilogramos, pero el triunfo llegó acompañado de un susto que encendió las alarmas en el cuerpo médico y entre los aficionados.
Durante el transcurso del combate, una acción fortuita cambió el rumbo de la velada. Duvergel ejecutó una combinación ofensiva que fue seguida de un movimiento involuntario con su cabeza, la cual impactó directamente en el rostro de La Cruz. El golpe accidental provocó una herida inmediata sobre el ojo del camagüeyano, específicamente en el arco superciliar, zona especialmente sensible para los boxeadores. Las imágenes del incidente circularon rápidamente, una de ellas compartida por el periodista Guillermo Rodríguez Hidalgo, generando preocupación en torno al futuro inmediato del destacado boxeador en el certamen.
Afortunadamente, el doctor Rafael Lerena, médico de los Domadores de Cuba, ofreció declaraciones tranquilizadoras tras evaluar al atleta. Según el parte médico, la lesión fue tratada mediante un procedimiento especializado que evitó el uso de suturas. Esta decisión, basada en la experiencia y protocolos de la medicina deportiva cubana, permitirá a Julio César continuar en competencia sin necesidad de reposo prolongado. Lerena explicó que aplicar puntos de sutura en un boxeador implica automáticamente su inhabilitación temporal, ya que no superaría el examen médico requerido para volver al ring.
En lugar de eso, se utilizó un adhesivo médico especial que sella la herida eficazmente y permite que el atleta continúe compitiendo. “Después que se pone el adhesivo recomendamos que no se moje la herida ni el adhesivo por 10 días, y eso sella igual o mejor que si fuera con sutura”, comentó Lerena. También destacó la capacidad técnica y experiencia de Julio César La Cruz como elementos claves que le permitirán gestionar la situación sin mayores complicaciones dentro del cuadrilátero.
La Cruz tiene previsto volver al ring el 16 de mayo, protegido con un aditamento especial en la zona afectada, lo que demuestra su determinación por seguir avanzando en el Torneo Playa Girón y mantener intactas sus aspiraciones de alcanzar una tercera medalla de oro olímpica. Su presencia en esta competencia se interpreta como una prueba de preparación y resistencia de cara a mayores compromisos internacionales.
Este incidente se suma a un episodio anterior vivido por el boxeador el pasado 11 de abril, cuando fue derribado en un combate profesional en Varadero por el montenegrino Dilan Prasovic. Aunque logró levantarse y llevarse la victoria, aquel momento también sirvió como señal de que sus mejores años están siendo puestos a prueba constantemente.
A pesar de las adversidades, Julio César La Cruz continúa demostrando su temple, experiencia y deseo de mantenerse como una figura relevante del boxeo cubano e internacional. La lesión en Playa Girón es una nueva muestra de que el camino hacia la gloria no está exento de obstáculos, pero su determinación y el respaldo médico especializado lo mantienen en la ruta hacia su objetivo olímpico.