El dólar estadounidense sigue en alza en el mercado informal cubano, profundizando la incertidumbre económica de millones de personas que observan cómo su moneda nacional pierde valor de manera acelerada. En los últimos meses, el incremento sostenido del precio del dólar ha sido impulsado por una combinación de factores estructurales, entre ellos la devaluación del peso cubano, la caída de la producción nacional, la escasez de divisas y la falta de confianza en las políticas económicas del país.
Cada vez más cubanos, desde microempresarios hasta consumidores comunes, recurren al dólar, al euro o a cualquier moneda fuerte para proteger su poder adquisitivo o poder adquirir productos básicos. La dolarización del consumo se ha convertido en una realidad inevitable: buena parte de los alimentos, medicinas y artículos de primera necesidad solo pueden obtenerse en establecimientos que operan con divisas o Moneda Libremente Convertible (MLC). Sin embargo, esta última ha perdido credibilidad. Su valor oficial se mantiene equiparado al dólar, pero en el mercado informal cotiza a más del doble, reflejo claro de la desconfianza en su respaldo real.
La situación se agrava por el exceso de pesos cubanos en circulación, emitidos sin sustento productivo ni reservas suficientes. Esta masa monetaria busca refugio inmediato en divisas, lo que acelera el proceso de devaluación y genera un efecto especulativo. Muchos ahorradores prefieren cambiar sus pesos lo antes posible, anticipando nuevas subidas del dólar.
A esto se suma la contracción productiva que afecta a las mipymes y al sector estatal. La escasez de insumos, el déficit energético y la falta de financiamiento han reducido la capacidad de generar bienes, mientras que las pequeñas empresas privadas, que dependen de importaciones, compiten por un volumen limitado de dólares.
La caída del turismo, otra fuente crucial de divisas, ha empeorado el panorama. Los servicios deteriorados, los apagones y la falta de inversión extranjera han hecho que el flujo de dólares provenientes de visitantes extranjeros disminuya drásticamente.
El mercado cambiario cubano, cada vez más volátil, se mueve no solo por factores económicos reales, sino también por expectativas y rumores. En medio de este escenario, las proyecciones más recientes apuntan a que el dólar podría superar los 500 CUP, una cifra que refleja no solo la depreciación del peso, sino el deterioro del poder adquisitivo y la creciente desigualdad entre los cubanos.