El béisbol cubano volvió a colocarse en el ojo del huracán tras un encendido reclamo ocurrido durante un juego de la 64 Serie Nacional, que derivó en sanciones oficiales por parte de las autoridades deportivas del país. El Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) y la Dirección Nacional de Béisbol confirmaron medidas disciplinarias contra cuatro integrantes del conjunto de Camagüey, luego del altercado protagonizado frente a Holguín el pasado 16 de octubre.
Entre los castigados figura el manager Vicyohandri Odelín, quien recibió una suspensión de cinco partidos por su participación directa en las protestas contra el cuerpo arbitral. También fueron sancionados los jugadores Yordanis Samón Matamoros y Eglis Eugellés Antúnez, con igual cantidad de encuentros fuera de acción, mientras que el Comisionado Provincial de Béisbol en Camagüey, Roger Jesús Montada Feria, fue objeto de una amonestación pública. Las autoridades aseguraron que las medidas buscan establecer un precedente y reforzar la disciplina dentro del torneo.
El incidente que desató la polémica ocurrió en el octavo inning del compromiso ante Holguín, cuando un batazo profundo de Luis González generó una jugada cerrada en el plato. Con dos hombres en base y los Toros perdiendo 3-1, el corredor parecía haber llegado antes al home, pero el árbitro decretó out en una decisión muy discutida. La reacción de los jugadores fue inmediata, y en pocos segundos el ambiente se tornó tenso. Aunque la situación no pasó a mayores, el espectáculo se vio empañado por los reclamos airados desde el dugout camagüeyano.
El episodio fue ampliamente comentado en redes sociales y generó debate sobre la necesidad de implementar tecnologías como el replay o la revisión de jugadas en la Serie Nacional. Sin embargo, las autoridades insistieron en que la prioridad sigue siendo el respeto a los árbitros y la preservación del orden dentro del terreno.
Figuras del béisbol, entre ellas Eugenio Suárez, opinaron que el juego, más allá de las emociones, debe mantener su esencia de respeto y autocontrol. “Un solo gesto o una mala reacción puede cambiar todo el juego. Hay que saber cuándo protestar y cuándo seguir adelante”, comentó el pelotero venezolano, subrayando la importancia de mantener la compostura en momentos de alta tensión.
La Federación Cubana busca con estas sanciones mandar un mensaje claro: las pasiones del béisbol no pueden sobrepasar los límites del respeto.