El debut del equipo Cuba en el Premier 12 dejó un sabor amargo y varias interrogantes sobre su rendimiento. La escuadra dirigida por Armando Johnson cayó 6-1 ante la selección de República Dominicana en su primer encuentro del torneo, mostrando una serie de deficiencias en diversas áreas del juego. En la conferencia de prensa posterior al partido, Johnson habló con franqueza sobre los errores cometidos y admitió que algunos de estos fueron decisiones que él mismo podría haber tomado de otra manera, especialmente en lo referente a la gestión del cuerpo de lanzadores.
Uno de los aspectos más destacados en las palabras de Johnson fue su evaluación del desempeño del abridor cubano Yoennis Yera, quien, según el manager, cumplió con su rol de manera sobresaliente al mantener bajo control a los bateadores dominicanos durante seis entradas. Sin embargo, el momento crítico llegó en la séptima entrada, cuando el lanzador Leodan Reyes fue incapaz de contener la ofensiva rival debido a problemas de control. En ese punto, Johnson reconoció que podría haber intervenido con mayor rapidez y optar por un cambio de lanzador, algo que quizás habría evitado que el marcador se ampliara. Al respecto, el manager explicó que tenía en mente poner a un lanzador zurdo, pero decidió no hacerlo al considerar que el bateador en turno, al ser ambidextro, presentaba mayor peligro por el lado derecho.
Además de los problemas en la dirección del bullpen, Johnson abordó la preocupante falta de producción ofensiva del equipo cubano. Con solo una carrera anotada en todo el juego, la ofensiva se mostró inefectiva en los momentos clave y no supo aprovechar las oportunidades de poner hombres en posición de anotar. A pesar de contar con jugadores de experiencia y talento, como Alfredo Despaigne, quien fue el único que logró conectar dos hits, la mayoría de los bateadores cubanos se vieron apagados. Johnson subrayó que esta falta de poder ofensivo no es algo nuevo, ya que venían enfrentando dificultades similares en los partidos previos al torneo. Esta situación, si no se revierte a tiempo, podría complicar seriamente las aspiraciones de Cuba en el Premier 12.
La falta de rendimiento de los principales bateadores cubanos ha generado críticas tanto de especialistas como de los aficionados, quienes esperaban una actuación más competitiva por parte de la selección nacional. La ofensiva cubana no fue capaz de responder en los momentos de presión, dejando a varios corredores en base y desperdiciando oportunidades cruciales para acortar la diferencia en el marcador. Johnson también reconoció que los peloteros de mayor nivel, quienes debían ser los líderes en la alineación, no lograron conectar como se esperaba, lo que afectó tanto la moral como la dinámica del equipo en el campo.
El diagnóstico de Johnson sobre la situación del equipo refleja una serie de problemas que, si no se resuelven, podrían llevar a una actuación decepcionante en el torneo. Sus palabras en la conferencia de prensa revelan un ambiente de incertidumbre y preocupación por el futuro inmediato del equipo. Aunque el director asumió responsabilidad por algunas decisiones, también dejó en claro que el equipo necesita reaccionar pronto y mejorar en todos los aspectos, especialmente en la ofensiva, si quiere tener posibilidades de avanzar en el torneo.