MANAGER DE SEATTLE HABLO DE RANDY AROZARENA Y SU BAJO RENDIMIENTO Y SE ARMA UN ESCANDALO EN EE.UU

Randy Arozarena vuelve a ser el alma competitiva de su equipo en una nueva postemporada de Grandes Ligas. A cinco años de aquella inolvidable actuación de 2020, cuando rompió récords de hits, jonrones y bases alcanzadas con los Rays de Tampa Bay, el cubano-mexicano busca ahora reescribir su historia, esta vez con los Marineros de Seattle. A sus 30 años, el jardinero izquierdo demuestra que su energía y pasión por los momentos grandes se mantienen intactas.

En su primera campaña completa con Seattle, Arozarena ha asumido un papel protagónico como primer bate y líder natural del equipo. Aunque su producción ofensiva en los primeros juegos de la Serie de Campeonato de la Liga Americana ha sido discreta —un hit en ocho turnos—, su impacto va mucho más allá del bate. Las dos bases robadas y la carrera anotada en el Juego 1 reflejan su instinto y habilidad para marcar diferencia cuando el juego está en la balanza.

“Estos partidos me encantan. Juego más concentrado y los disfruto más”, confesó el pinareño, quien mantiene una impresionante línea ofensiva de por vida en postemporada de .299/.384/.583. Arozarena sabe que cada jugada puede decidir un partido, y por eso su enfoque se eleva cuando llega octubre. Durante la temporada regular firmó una sólida actuación con promedio de .238, 27 jonrones y 76 impulsadas, consolidándose como una pieza fundamental en la ofensiva del equipo.

El manager Dan Wilson no escatima elogios al hablar de su estrella. “Randy eleva la energía del grupo. Es un jugador que cambia el ritmo del juego con su agresividad, tanto a la ofensiva como a la defensa”, expresó. Además, el dirigente fue contundente al afirmar que “Arozarena es el mejor primer bate que hay actualmente en la MLB”, destacando su combinación de velocidad, disciplina en el plato y capacidad para encender cualquier ofensiva desde el primer turno del encuentro.

Sus espectaculares atrapadas en los jardines y su audacia en las bases han sido clave para que los Marineros tomen ventaja 2-0 en la serie ante Toronto. Arozarena no olvida aquella oportunidad perdida en 2020, cuando los Rays se quedaron a dos triunfos del título. Hoy, con una mentalidad más madura y un nuevo uniforme, su meta es clara: conquistar la Serie Mundial que se le escapó. “Es lo más importante. Me quedé corto una vez, pero ahora estamos en buen camino. Este equipo tiene hambre y la energía correcta para lograrlo”, sentenció.