El veterano infielder cubano Yuli Gurriel ha sido designado para asignación por los San Diego Padres, una noticia que marca un nuevo capítulo en la carrera de uno de los peloteros más consistentes que ha tenido Cuba en las Grandes Ligas en la última década. La información fue confirmada el 29 de abril por el reportero AJ Cassavell, quien detalló que la decisión formó parte de un par de movimientos anunciados por el mánager Mike Shildt. Junto a la designación de Gurriel, el equipo colocó a Mason McCoy en la lista de lesionados debido a una dislocación en el dedo meñique de su mano izquierda.
El movimiento con Gurriel, aunque duro, no sorprendió del todo. Días antes, el periodista Jeff Sanders ya había insinuado la posible salida del cubano al señalar que su casillero en el clubhouse se encontraba vacío, una clara señal de que el equipo se preparaba para tomar una decisión definitiva sobre su futuro. Yuli Gurriel había llegado a la organización californiana el 18 de febrero de 2025, buscando una nueva oportunidad en MLB tras un exitoso pero ya veterano recorrido en las Mayores.
Durante los entrenamientos primaverales, Gurriel dio una muestra clara de que todavía tenía algo que ofrecer. Su actuación fue sólida al batear para .306, con un OBP de .342, SLG de .427 y OPS de .814. A esto se sumaron cuatro extrabases, seis carreras impulsadas y 11 hits en total. Estos números fueron suficientes para convencer a la gerencia de San Diego de incluirlo en el roster de 26 para comenzar la temporada. Sin embargo, una vez arrancó la campaña regular, los resultados no lo acompañaron.
En 40 apariciones legales al plato, Gurriel solo logró un promedio de bateo de .111, con un OBP de .200, un SLG de apenas .139 y un OPS de .339. Apenas conectó un doble, impulsó tres carreras y se ponchó en ocho oportunidades. Estas estadísticas reflejan claramente la falta de producción ofensiva en un equipo que busca mantenerse competitivo en una de las divisiones más exigentes del béisbol.
El mánager Mike Shildt había dejado claro desde el inicio que Luis Arráez sería el primera base titular, dejando a Gurriel en un rol secundario, como bateador designado ocasional y suplente. Aunque Gurriel aceptó ese papel con profesionalismo, los resultados simplemente no justificaron su permanencia en el equipo, especialmente considerando la necesidad de San Diego de refrescar su plantilla con talento joven.
A sus 41 años, Yuli Gurriel sigue siendo un ejemplo de disciplina y perseverancia. Su historia en las Grandes Ligas es más que respetable. Debutó con los Houston Astros, equipo con el que vivió sus mejores años, ganando la Serie Mundial en 2017, llevándose un título de bateo y un Guante de Oro en 2021. Después de siete temporadas con Houston, pasó por los Kansas City Royals en 2024 antes de unirse brevemente a los Padres. Pese a su edad, Gurriel ha dejado claro que aún desea competir al máximo nivel, y aunque su rendimiento reciente no ha sido el ideal, su experiencia y liderazgo siguen siendo valiosos activos para cualquier clubhouse.
La designación para asignación no necesariamente marca el final de su carrera. Podría ser reclamado por otro equipo o incluso considerar una nueva oportunidad en ligas internacionales. Lo cierto es que Gurriel ha dejado una huella en el béisbol de Grandes Ligas y todavía conserva el deseo de seguir siendo parte del juego.