José Iglesias sigue demostrando que la experiencia y la consistencia tienen un lugar privilegiado en las Grandes Ligas. En una jornada crucial para los San Diego Padres, el veterano infielder cubano volvió a responder con su bate y su liderazgo en un duelo ante San Francisco Giants, equipo que compite codo a codo con los californianos en la disputada División Oeste de la Liga Nacional. Este 29 de abril, en el Petco Park, Iglesias fue una de las figuras más destacadas al encender la chispa ofensiva de su equipo y superar una marca importante en su carrera en MLB.
Desde el primer inning, el conjunto dirigido por Mike Shildt salió con un objetivo claro: poner fin a una racha negativa de cuatro derrotas consecutivas. La misión era desafiante, pero el equipo encontró respuesta inmediata en uno de sus hombres más experimentados. Con dos outs en la pizarra y corredores en posición anotadora, Iglesias se enfrentó al estelar lanzador Logan Webb, uno de los abridores más confiables de los Giants. Sin perder tiempo, atacó el primer pitcheo del turno, un sweeper a 84.3 mph que localizó en la zona de afuera. El swing del cubano fue certero y oportuno, mandando la pelota entre el jardín central y derecho para remolcar dos carreras que pusieron a los Padres al frente 3-0.
El batazo no solo fue clave para la confianza del equipo, sino que también significó un hito personal para el jugador de 35 años. Con esas dos carreras impulsadas, José Iglesias alcanzó las 401 remolcadas en su carrera en las Grandes Ligas, cifra que lo convierte en el cubano número 28 en llegar a esa marca, situándose muy cerca de superar a Yasiel Puig, quien ocupa el puesto 27 con 415. No es poca cosa, considerando que Iglesias nunca ha sido un bateador de poder, sino uno que destaca por su contacto, inteligencia en el plato y capacidad para producir en momentos importantes.
Con ese sencillo, Iglesias sumó su imparable número 19 de la campaña 2025 y elevó su promedio ofensivo a .292 en apenas 65 turnos al bate. Además, su OPS de .706 confirma que, aunque no se trate de un bateador de largo alcance, sí es una pieza productiva que aporta de forma consistente. Esa regularidad ofensiva, combinada con su capacidad defensiva y versatilidad en el cuadro, lo hacen una opción valiosa para cualquier alineación.
Desde su arribo a los Padres, Iglesias ha abrazado su rol de utility con una actitud ejemplar. Es un jugador que no solo aporta dentro del terreno, sino también fuera de él. Su liderazgo en el clubhouse es evidente, y tanto sus compañeros como el cuerpo técnico reconocen el impacto positivo de su presencia. Mike Shildt, el mánager del equipo, ha depositado su confianza en el cubano y este ha respondido con creces, dejando claro que todavía tiene mucho que ofrecer en el máximo nivel.
La actuación del 29 de abril podría convertirse en un punto de inflexión para los Padres. Más allá del resultado del encuentro, el golpe anímico que representa vencer a un rival directo como San Francisco es significativo. Cada victoria cuenta en una división tan reñida, y si San Diego logra encadenar una buena racha, bien podría señalar este partido como el inicio del resurgir. En ese escenario, el nombre de José Iglesias quedará grabado como uno de los pilares del cambio.