Los Dodgers de Los Ángeles escribieron una nueva página dorada en su historia al proclamarse bicampeones de la Serie Mundial 2025, tras vencer 5-4 a los Azulejos de Toronto en un épico Juego 7 celebrado en el Rogers Centre. Pero más allá del jonrón decisivo de Will Smith en la undécima entrada, hubo una jugada que marcó el rumbo del partido y que se ha convertido en símbolo del coraje y la determinación de este equipo: la acrobática atrapada de Andy Pages.
El momento ocurrió en el noveno inning, cuando el juego estaba igualado 4-4 y Toronto amenazaba con las bases llenas. Un batazo profundo parecía destinado a vaciar las almohadillas, pero Pages, en un acto de reflejos y pura entrega, se lanzó con todo sobre su compañero Kiké Hernández para quedarse con la pelota y evitar la catástrofe. El estadio entero contuvo la respiración. Fue la jugada que salvó la temporada.
El héroe desde el montículo, Yoshinobu Yamamoto, quien fue elegido MVP de la Serie Mundial, reaccionó con gran emoción ante lo ocurrido. “Wao, recuerdo que me quedé congelado esperando a ver qué pasaba. Una vez que atrapó esa pelota dije: ‘Este juego lo ganaremos nosotros’. Andy Pages me dejó sin palabras, al igual que a todo el equipo”, confesó el as japonés, quien fue testigo directo de uno de los momentos más impresionantes de la postemporada.
La atrapada de Pages no solo frenó una ofensiva peligrosa, sino que inyectó una energía indescriptible en el dugout de los Dodgers. Yamamoto tomó el control del montículo y completó las últimas entradas con una serenidad admirable, sellando el camino hacia la victoria. Su entrega, apenas 24 horas después de haber lanzado como abridor en el Juego 6, consolidó su estatus como uno de los grandes protagonistas del campeonato.
Instantes después, Will Smith conectó el jonrón que definió la Serie Mundial, y los Dodgers celebraron el bicampeonato con lágrimas, abrazos y orgullo. Pero en medio de todo, la imagen de Andy Pages volando por los aires quedará como el símbolo perfecto de una temporada de entrega absoluta.
Una noche de gloria, una jugada inmortal y una frase que resume todo: “Este juego lo ganaremos nosotros”. Y así fue.