El boxeador cubano Yoenli Feliciano volvió a demostrar por qué es considerado una de las joyas más prometedoras del boxeo latinoamericano, tras imponerse con autoridad este 12 de octubre en el Seminole Hard Rock Casino & Hotel de Hollywood. El integrante del Team Canelo apenas necesitó un asalto para dejar claro su dominio absoluto frente al argentino Ramón de la Cruz Serna, en una velada que confirmó su crecimiento profesional y su enorme proyección hacia el título mundial.
Desde el inicio, la diferencia de nivel entre ambos pugilistas fue evidente. Feliciano, con su estilo pulido y un control técnico impecable, marcó el ritmo del combate desde los primeros segundos. Su rival, con un récord amplio pero sin grandes victorias, intentó resistir el vendaval del cubano, aunque pronto quedó claro que no podría soportar el poder de sus golpes. Dos impactos certeros al abdomen de De la Cruz Serna inclinaron el duelo de manera definitiva, obligándolo a arrodillarse ante la contundencia del camagüeyano.
El juez comenzó la cuenta mientras el público aplaudía la ofensiva del cubano, que mostró precisión, fuerza y una lectura táctica impecable. Aunque el argentino intentó recomponerse, su esquina optó por detener la pelea al término del primer round, evitando un castigo mayor. La decisión fue inevitable: Feliciano había sido amo y señor del cuadrilátero.
El triunfo refuerza el estatus invicto del joven boxeador, quien ha sabido combinar potencia con inteligencia dentro del ring. Él mismo había comentado en los días previos que aceptó esta pelea como parte de su preparación para desafíos de mayor calibre, asegurando que su próximo combate será “una verdadera prueba de fuego”.
Los expertos del boxeo coinciden en que el cubano atraviesa un momento excepcional, y que su evolución bajo el sello del Team Canelo lo acerca cada vez más a la élite mundial. Su pegada, resistencia y madurez técnica lo convierten en un contendiente peligroso para cualquier rival de su división.
Con esta nueva victoria, Yoenli Feliciano mantiene su récord impecable y deja claro que su camino hacia la gloria apenas comienza. Su próximo objetivo: demostrar que está listo para enfrentar a los mejores del planeta.