Victor Mesa Jr. vivió uno de los momentos más especiales de su joven carrera el pasado 26 de mayo cuando, finalmente, se concretó su debut en las Grandes Ligas con los Miami Marlins. Con apenas 23 años, el jardinero cubano vio recompensados años de esfuerzo y dedicación al alcanzar el nivel más alto del béisbol profesional, una meta que venía persiguiendo desde que firmó con la organización de Miami en 2018 junto a su hermano, Victor Victor Mesa. Tras una larga travesía por las categorías menores, el sueño se hizo realidad, y con él, llegó una experiencia cargada de emociones.
El escenario fue el Petco Park, casa de los San Diego Padres, donde Victor Jr. se presentó con la misma energía y pasión que ha caracterizado su carrera. Aunque su estadía en el equipo grande fue breve, con apenas cuatro juegos disputados, logró conectar su primer hit en las Mayores, una línea remolcadora que fue celebrada con fervor por su familia, presente en las gradas para atestiguar ese instante único. Ese sencillo no solo le permitió sumar su primera carrera impulsada, sino también dejar plasmado su nombre en los libros oficiales de la MLB.
En entrevista con el medio “Con Las Bases Llenas”, ya de regreso en el loanDepot Park, sede de los Marlins, Mesa Jr. confesó las emociones que lo invadieron desde el momento en que supo que subiría a Grandes Ligas. “Fui sacado del juego en Triple A y al principio no entendía porque tú no lo esperas. Solo tenía seis partidos en AAA. Lo estaba haciendo bien, pero nunca lo crees hasta que realmente pasa. Todavía estoy procesando la información. Cuando pise la grama fue que lo creí, porque fue mucho trabajo duro y no voy a mentir. Lloré durante dos o tres innings”, contó con sinceridad.
En su corto paso por el máximo nivel, consumió siete turnos al bate, dejando promedio de .143. Sin embargo, también consiguió embasarse en dos ocasiones más gracias a boletos, sumando una carrera anotada. Poco después, la organización decidió enviarlo de nuevo a Ligas Menores, específicamente a los Jacksonville Jumbo Shrimp, donde su respuesta fue inmediata. En solo seis juegos conectó seis hits, incluidos dos dobles, un jonrón y un triple, alcanzando un promedio de .300, un slugging de .650 y un OPS de 1.025. Su producción incluyó una remolcada y cuatro anotadas, demostrando que el talento está ahí y que su regreso a MLB podría estar más cerca de lo que parece.
Agradecido por la oportunidad y rodeado del cariño de sus seres queridos, Victor Mesa Jr. mantiene una actitud positiva, sabiendo que esto es apenas el inicio. “Quiero darle las gracias a la organización por este momento y a las personas que me hicieron llegar a esta situación. A mi familia, a mi novia, a todos. Espero que este sea el comienzo de mi carrera en Grandes Ligas”. Incluso, dejó entrever la ilusión de seguir el legado familiar con nuevas generaciones. “Mi novia está embarazada y es un chico, así que nunca se sabe”.
El pelotero cubano también reveló que conserva la pelota de su primer hit como un tesoro. “La tengo puesta en un stand, junto a camisetas, bates y lo que la gente me dé, porque me gusta coleccionar esas cosas. Tengo el jersey y la bola. Pero espero que lleguen más cosas”. Sin duda, un recuerdo imborrable y un estímulo para seguir luchando por un lugar definitivo en el mejor béisbol del mundo.