EL CUBANO ANDY PAGES SALVÓ LA SERIE MUNDIAL CON LA JUGADA MAS EPICA DEL SIGLO ¡DE CIRUJANO!

En una noche mágica en el Rogers Centre, los Dodgers de Los Ángeles conquistaron el bicampeonato de la Serie Mundial tras vencer 5-4 a los Azulejos de Toronto en un Juego 7 inolvidable, lleno de drama, entrega y momentos heroicos. Aunque Will Smith selló la victoria con un jonrón solitario en la undécima entrada, el nombre que resonó con fuerza fue el del cubano Andy Pages, cuya atrapada acrobática cambió el destino del partido y de toda la serie.

Con las bases llenas y un solo out, los Azulejos amenazaban con tomar el control. Pero en una jugada que desafió toda lógica, Pages se lanzó por los aires, pasando por encima de su compañero Kiké Hernández para asegurar la pelota en el jardín derecho, apagando una amenaza que parecía imparable. Fue una acción que quedará grabada en la memoria de los fanáticos, comparable a las grandes hazañas defensivas de la historia del béisbol.

El público, tanto en el estadio como en millones de hogares, estalló en asombro ante la valentía del joven jardinero, cuyo instinto y determinación reflejaron el espíritu de un equipo que se negó a rendirse. Momentos después, Will Smith protagonizó otra jugada clave al mantener el pie en el plato en una acción milimétrica, asegurando un out fundamental que preservó el empate 4-4.

Yoshinobu Yamamoto, héroe de toda la postemporada y nombrado MVP de la Serie Mundial, volvió a lanzar sin descanso tras su apertura en el Juego 6. Con serenidad y precisión, contuvo a la poderosa alineación de Toronto durante las últimas entradas, demostrando por qué fue la gran apuesta de los Dodgers desde su llegada en 2024.

Finalmente, en la undécima, Smith conectó un cuadrangular solitario que silenció a la multitud canadiense y le dio a los Dodgers su segundo título consecutivo, algo que no ocurría en 25 años. Los Azulejos, liderados por un emocionado Vladimir Guerrero Jr., dieron batalla hasta el último lanzamiento, ganándose el respeto del mundo del béisbol.

Fue una Serie Mundial para la historia: intensa, impredecible y llena de corazón. Desde el primer lanzamiento hasta el último out, este clásico otoñal recordó por qué el béisbol sigue siendo el deporte de las emociones eternas.