Liván Moinelo volvió a dejar su huella en el béisbol japonés al guiar a los Halcones de SoftBank a una nueva Serie de Japón. El zurdo pinareño, convertido en uno de los lanzadores más dominantes de la Liga Profesional de Béisbol de Japón (NPB), fue protagonista absoluto en el séptimo y decisivo juego de la Serie Clímax – Segunda Fase frente a los Luchadores de Nippon-Ham. En una actuación de pura clase, trabajó siete sólidas entradas en las que permitió solo una carrera limpia, tres imparables, regaló un boleto y ponchó a seis rivales, mostrando un dominio absoluto en un partido de máxima tensión.
El cubano se mostró imperturbable desde el primer inning. Su control, precisión y la mezcla de lanzamientos mantuvieron desconcertada a la ofensiva rival, que apenas pudo conectar con autoridad. En cuatro de los siete episodios que lanzó, Moinelo retiró a los bateadores por la vía rápida, evidenciando el nivel de confianza y madurez que ha alcanzado en su carrera. En un tramo del encuentro llegó a retirar a once contrarios de forma consecutiva, reafirmando por qué se ha consolidado como el mejor lanzador zurdo de toda la NPB.
Con este triunfo, los Halcones de SoftBank alcanzaron por segundo año consecutivo la Serie de Japón, un logro en el que Moinelo ha tenido un papel determinante. Su efectividad en la postemporada, con una minúscula efectividad de 0.64 en 14 entradas durante la Serie Clímax, lo llevó a ser reconocido como el Jugador Más Valioso (MVP) de la fase final. Este galardón adquiere mayor relevancia al convertirse en el primer lanzador en ganarlo desde Masahiro Tanaka, cuando lo logró en 2013 con los Rakuten Eagles.
La prensa japonesa y los aficionados no han dejado de elogiar su rendimiento. Analistas locales destacan su capacidad para brillar bajo presión y su liderazgo dentro del cuerpo de lanzadores del SoftBank. A sus 29 años, Moinelo se ha transformado no solo en la pieza central de la rotación de Fukuoka, sino también en uno de los referentes extranjeros más respetados del béisbol japonés. Su consistencia, talento y ética de trabajo lo colocan entre los nombres más admirados de la liga, y su camino hacia la Serie de Japón es una prueba más del impacto que el béisbol cubano sigue teniendo en los diamantes internacionales.