Yoel “El Soldado de Dios” Romero volvió a demostrar que la edad no es un obstáculo para su poder y determinación dentro del cuadrilátero. A sus 48 años, el pinareño protagonizó un debut de ensueño en Bare Knuckle Fighting Championship (BKFC) 80, celebrado en el Hard Rock Hotel & Casino de Hollywood, Florida, donde derrotó de manera contundente a Theo Doukas con un espectacular nocaut técnico en el segundo asalto. La pelea fue detenida a los 1:56 de ese episodio después de que Doukas sufriera tres caídas y un corte profundo que le impidió continuar, dejando en claro que la fuerza y precisión de Romero siguen intactas.
El ex medallista olímpico en lucha y veterano de UFC había dejado claro desde 2023 que la retirada no formaba parte de sus planes. En declaraciones a medios especializados como MMA Junkie, había afirmado que planeaba competir hasta, al menos, los 52 años, y que no existía “ninguna posibilidad en absoluto” de un retiro a corto plazo. Con esta victoria en BKFC 80, Romero respalda esas palabras y envía un mensaje claro al mundo de las artes marciales: su ambición y capacidad competitiva permanecen vigentes, incluso cuando muchos atletas a su edad ya han colgado los guantes.
Romero, quien abandonó UFC en 2020, ha mantenido un ritmo impresionante en su carrera posterior, con seis triunfos en sus últimas ocho peleas. Además, su contrato actual le permite combinar presentaciones en boxeo sin guantes con combates de artes marciales mixtas, lo que amplía sus oportunidades y refuerza su estatus como uno de los peleadores más versátiles y experimentados del panorama internacional. Su última presentación en MMA fue en febrero de 2024, cuando superó por decisión a Thiago Santos en la Professional Fighters League (PFL), demostrando que su talento no se limita a una sola disciplina.
La noche de BKFC 80 no solo tuvo como protagonista a Romero. Otro cubano, Leonardo “El Zambo” Perdomo, se robó los aplausos con una victoria fulminante. Perdomo noqueó a Arnold Adams en apenas 1:09 del primer asalto, consolidándose como una de las nuevas figuras del boxeo sin guantes. La doble victoria cubana convirtió la velada en un auténtico festival para los fanáticos de la isla y un ejemplo del crecimiento del talento antillano en diferentes ramas de los deportes de combate.
El triunfo de Romero no solo reafirma su vigencia, sino que también contribuye al auge que vive actualmente el bare-knuckle boxing, una modalidad que ha ganado popularidad a nivel mundial por su intensidad y espectáculo. Con su impresionante debut, el cubano se posiciona de inmediato como un contendiente de alto nivel dentro de la organización, abriendo la puerta a posibles combates estelares que podrían atraer aún más atención hacia este deporte.
Lejos de pensar en el retiro, Romero deja claro que su carrera todavía tiene capítulos importantes por escribir. Su victoria en BKFC 80 no solo es una prueba de su excepcional condición física y mental, sino también un mensaje de inspiración para quienes creen que la edad define los límites del rendimiento. El “Soldado de Dios” demuestra que, con disciplina y pasión, se puede seguir desafiando el tiempo y las expectativas, manteniéndose como un referente del combate a nivel mundial.