Yulieski Gurriel no está listo para colgar los spikes. A sus 40 años, el veterano pelotero cubano sigue decidido a extender su carrera en las Grandes Ligas, a pesar de las recientes dificultades enfrentadas con los Padres de San Diego. El espirituano fue designado para asignación por la franquicia californiana tras un flojo rendimiento ofensivo, donde apenas pudo conectar cuatro imparables en 36 turnos, sin jonrones ni carreras impulsadas, para un promedio de bateo de .111. Tras pasar por waivers sin ser reclamado por otro equipo, Gurriel optó por declararse agente libre, pero lejos de rendirse, comenzó a entrenar en una nueva posición para incrementar sus oportunidades de volver al máximo nivel del béisbol profesional.
Según reportes del reconocido insider Jon Heyman, Yuli está tomando prácticas en el jardín izquierdo, buscando añadir una nueva dimensión a su perfil como jugador. Tradicionalmente inicialista, y ocasionalmente antesalista, el ex campeón de bateo en la Liga Americana entiende que la versatilidad es una de las cualidades más valoradas por los cuerpos técnicos en la MLB actual, especialmente en un contexto donde los rosters se ajustan constantemente por lesiones, rendimientos o necesidades estratégicas. En ese sentido, Gurriel intenta mostrarse como una pieza útil para cualquier equipo que requiera profundidad en el banco y experiencia en momentos de presión.
El historial de Yuli Gurriel en Grandes Ligas habla por sí solo. Desde su llegada en 2016, luego de una brillante carrera en Cuba y en torneos internacionales, el toletero ha disputado nueve temporadas en el mejor béisbol del mundo. En ese tiempo ha sido parte integral de equipos competitivos, incluyendo los Houston Astros, con quienes conquistó dos títulos de Serie Mundial, en 2017 y 2022. Además, ganó un Guante de Oro como primera base y superó la barrera de los 900 hits en su paso por las Mayores, consolidándose como uno de los peloteros cubanos más exitosos de su generación.
Aunque su presente inmediato en la MLB luce incierto, hay señales de que algunos equipos han mostrado interés en evaluarlo. Su reputación como profesional disciplinado, su rendimiento comprobado en postemporada y su disposición para adaptarse a nuevos roles podrían pesar a favor en las decisiones de los directivos. De hecho, en las últimas horas trascendió que tres organizaciones —los New York Yankees, Toronto Blue Jays y Baltimore Orioles— han contactado al entorno de Gurriel para explorar su posible incorporación. En particular, los Yankees estarían interesados en sumar un bate experimentado que pueda cubrir múltiples posiciones, mientras que Toronto y Baltimore valoran su veteranía como posible aporte en la recta final de temporada.
La semana actual podría ser clave, pues muchas franquicias están reestructurando sus rosters después de los primeros cortes de mayo. Gurriel permanece disponible, activo y comprometido con mantenerse competitivo, a la espera de una oportunidad que le permita escribir un nuevo capítulo en su carrera.
Si no logra firmar con alguna organización de la MLB, no se descarta que Yuli considere otras opciones. Ligas extranjeras como la japonesa, coreana o la Liga Mexicana de Béisbol podrían ofrecerle una oportunidad para seguir compitiendo a alto nivel. Otra alternativa sería contemplar el retiro definitivo, cerrando así una etapa dorada marcada por títulos, premios individuales y el respeto de fanáticos y compañeros por igual. Lo que es seguro es que, por ahora, Yuli Gurriel no baja los brazos y sigue luchando por su lugar en el diamante.