Andy Pages vive uno de los momentos más importantes de su joven carrera. A sus 25 años, el jardinero cubano de Los Angeles Dodgers está a las puertas de disputar su segunda Serie Mundial consecutiva en las Grandes Ligas, con la posibilidad de sumar un nuevo anillo de campeón. Sin embargo, mientras se concentra en el compromiso ante los Toronto Blue Jays, también ha dejado abierta la puerta a representar a una selección nacional en el Clásico Mundial de Béisbol 2026, generando expectativa tanto en Cuba como en México.
El nombre de Pages ha cobrado relevancia más allá de su desempeño con los Dodgers, luego de que en recientes declaraciones reconociera que podría jugar con México, país con el que mantiene lazos familiares a través de su esposa. El jardinero explicó que aunque no posee ciudadanía mexicana, no descarta la posibilidad de aceptar una eventual convocatoria. “Mi esposa es mexicana, entonces me han preguntado, pero yo no tengo ningún documento de México. No sabría decirte si algún día lo haga, pero si se presenta la oportunidad, lo haría porque me encanta jugar béisbol, donde sea”, comentó el pelotero antes del primer juego de la Serie Mundial.
Sus palabras despertaron el interés de la prensa mexicana y de los fanáticos, quienes recuerdan el impacto que tuvo otro cubano naturalizado, Randy Arozarena, durante el Clásico Mundial de 2023, cuando llevó al conjunto azteca hasta las semifinales. Pages, con su carisma y potencia ofensiva, podría ser un refuerzo de lujo si la Federación Mexicana decide explorar la posibilidad de incorporarlo al plantel.
No obstante, el cubano también ha reiterado su compromiso con el béisbol de su país natal. En el pasado, expresó su disposición de representar a Cuba en el torneo internacional, sumándose a otros peloteros de MLB como Yoan Moncada, Daysbel Hernández y Yariel Rodríguez, este último compañero de rivalidad en la actual Serie Mundial.
Con solo dos temporadas completas en las Grandes Ligas, Andy Pages ha demostrado madurez y calidad. Suma 40 cuadrangulares, 50 dobles, 132 impulsadas y un promedio de bateo de .260, consolidándose como uno de los talentos emergentes de la poderosa alineación angelina. Su futuro, tanto en la MLB como en el béisbol internacional, luce brillante y lleno de opciones, mientras continúa dejando huella en cada escenario que pisa.