Las comunidades de Holguín enfrentan una de las crisis más graves de los últimos años, con más de cinco meses sin recibir agua a través de las redes hidráulicas. La prolongada sequía, unida a fallas técnicas y a la escasez de recursos, ha dejado a gran parte de la población sin acceso regular al suministro. Según declaraciones del delegado de Recursos Hidráulicos en la provincia, Juan Mario Echevarría, la situación es crítica y el abasto en la cabecera provincial se ha visto especialmente afectado, pese a que algunos embalses del oriente del país han recibido lluvias recientes.
Echevarría explicó que, aunque ya se han preparado las conexiones necesarias para restablecer el servicio en algunas zonas, las fallas en los grupos electrógenos impiden bombear el agua de manera constante. El principal grupo electrógeno está fuera de servicio, y los técnicos aún no pueden asegurar su reparación ni ofrecer una fecha para que se normalice el suministro. La combinación de estas dificultades técnicas con la escasez de lluvias ha prolongado la crisis y ha afectado a miles de familias.
En respuesta a la situación, el presidente Miguel Díaz-Canel aseguró que el gobierno priorizará el abastecimiento de agua en los territorios más afectados. Durante una reunión de seguimiento en La Habana, señaló que se dará prioridad a quienes llevan más tiempo sin servicio antes de distribuir agua de manera más general. La vicepresidenta Inés María Chapman indicó que, gracias a la incorporación de más pipas y a reparaciones en las principales conductoras, la cifra de personas afectadas en la capital se redujo significativamente entre el 3 y el 6 de octubre, aunque la crisis persiste en muchas regiones del oriente.
El régimen ha informado que se ejecutan más de 300 obras de infraestructura hidráulica en todo el país, con una inversión superior a cinco mil millones de pesos cubanos, sin detallar cuáles territorios se benefician ni los plazos de finalización. El presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Antonio Rodríguez Rodríguez, reconoció que más de 400.000 familias continúan sin acceso regular al agua, especialmente en Holguín, Ciego de Ávila, Las Tunas y Camagüey.
Embalses importantes como Gilbert y Gota Blanca en Santiago de Cuba, así como Faustino Pérez y La Yaya en Guantánamo, muestran cierta recuperación, pero sus niveles aún son insuficientes para revertir el deterioro general del sistema de abasto. La crisis eléctrica sigue siendo un factor crítico, ya que alrededor del 70 % de los problemas en la distribución de agua se deben a apagones y caídas de voltaje que detienen el bombeo y dificultan la normalización del suministro. La situación refleja la combinación de sequía, infraestructura insuficiente y problemas energéticos que mantiene a miles de cubanos sin agua por más de cinco meses.