El nombramiento de Juan Reinaldo Pérez Pardo en un cargo internacional dentro de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol ha generado una ola de críticas entre los fanáticos del deporte en Cuba, quienes no han tardado en expresar su descontento en redes sociales. El funcionario, actual presidente de la Federación Cubana de Béisbol, fue elegido miembro de la junta directiva de la organización internacional, un ascenso que, lejos de ser celebrado, fue recibido con escepticismo y rechazo por gran parte de la afición.
El nombramiento fue visto por muchos como una recompensa inmerecida para un dirigente cuya gestión ha sido duramente cuestionada en los últimos años. La mayoría de los comentarios en redes sociales apuntan a que Pérez Pardo ha estado al frente de un béisbol nacional marcado por la pérdida de talento, la desorganización de las Series Nacionales y una desconexión evidente entre la Federación y los peloteros. Para los seguidores del deporte en la isla, su ascenso solo evidencia que los méritos deportivos parecen ser lo menos importante a la hora de tomar decisiones dentro de las estructuras internacionales.
Usuarios en plataformas como Facebook y X reaccionaron con molestia ante la noticia. Algunos calificaron la designación como una “burla al pueblo” y una muestra más del “amiguismo y los favores políticos” que, según ellos, predominan en la dirigencia del béisbol cubano. “Mientras más mal lo haces, más te premian”, escribió uno de los internautas, reflejando el sentir generalizado de frustración entre los aficionados. Otros subrayaron que este nombramiento demuestra el nivel de desconexión que existe entre las entidades internacionales y la realidad que vive el béisbol en Cuba, un deporte que ha perdido gran parte del brillo que lo caracterizó durante décadas.
A pesar de la controversia, Pérez Pardo no ha emitido declaraciones públicas sobre su nuevo cargo, ni ha respondido a las críticas que circulan masivamente. Sin embargo, la polémica parece haber reforzado la percepción de que su liderazgo es impopular entre los fanáticos y jugadores. Lo que debía ser un reconocimiento a su trayectoria terminó convirtiéndose en un episodio más que deja al descubierto el malestar generalizado que existe en torno a la dirección del béisbol cubano. Una vez más, el ascenso de Juan Reinaldo Pérez Pardo confirma que el divorcio entre las autoridades deportivas y el pueblo sigue siendo profundo y difícil de reconciliar.