Randy Arozarena continúa siendo la pieza central de los Seattle Mariners en su histórica búsqueda por llegar a la Serie Mundial por primera vez. El jardinero cubano lidera a una franquicia que, en sus casi cinco décadas de existencia, apenas ha tenido oportunidades de disputar el banderín de la Liga Americana. La última vez que Seattle estuvo cerca, jugadores como Ichiro Suzuki y Edgar Martínez eran el alma del equipo, y los cubanos apenas comenzaban a abrirse camino en la organización. Hoy, con 11 peloteros cubanos en la historia reciente del equipo, Arozarena representa la consolidación de esa influencia en el roster.
El desempeño de Randy en la postemporada ha sido impresionante desde 2020, cuando aún con Tampa Bay Rays dejó récords de hits, jonrones, extrabases y bases recorridas en un mismo playoff, además de marcar cifras históricas para novatos en impulsadas y anotadas. Desde entonces, ha mostrado una consistencia envidiable: cinco temporadas consecutivas con 20 o más jonrones y 20 o más bases robadas, logrando un lugar entre los latinos más destacados de la historia, junto a Bobby Abreu y José Ramírez.
En la reciente Serie Divisional contra Detroit, Seattle obtuvo un triunfo épico en 15 entradas. Arozarena, aunque se fue en blanco al bate, contribuyó decisivamente con un boleto y dos robos de base que permitieron a Jorge Polanco anotar la carrera de la victoria. Además, su desempeño defensivo fue sobresaliente, reafirmando su rol de líder dentro del equipo y su capacidad para impactar en todas las facetas del juego.
Anoche, Ichiro Suzuki destacó en MLB Network la importancia del bateo de Arozarena para esta Serie de Campeonato. Según el legendario japonés, “si Randy despierta el bateo, no habrá forma de que los Blue Jays se queden con la serie. Su ofensiva es de suma importancia y puede cambiar el rumbo del equipo en cualquier momento”. Este respaldo subraya cómo la producción de Arozarena podría ser decisiva para que Seattle avance a su primer Clásico de Otoño.
Randy ha señalado que lo esencial es mantener la calma, ejecutar el plan de juego y disfrutar del momento. Su liderazgo, disciplina y capacidad para rendir bajo presión colocan a los Mariners en una posición sólida, listos para desafiar décadas de historia sin gloria y aspirar a escribir un capítulo memorable en la franquicia.