Aroldis Chapman, uno de los lanzadores cubanos más emblemáticos en la historia del béisbol de Grandes Ligas, ha dado un paso que sacude el panorama internacional de cara al Clásico Mundial de Béisbol 2026. En una conversación exclusiva con el medio especializado SwingCompleto, el cerrador de los Boston Red Sox confirmó que ha dicho que sí a la posibilidad de representar a otro equipo en el torneo global, descartando de manera categórica cualquier vínculo futuro con el equipo Cuba bajo el régimen actual.
Chapman, oriundo de Holguín, es un nombre que resuena con fuerza tanto en el béisbol cubano como en la MLB. Su carrera en las Grandes Ligas es impresionante: ha vestido los uniformes de franquicias históricas como los New York Yankees, Chicago Cubs y actualmente los Red Sox de Boston. Con dos anillos de Serie Mundial en su haber —uno con los Cubs y otro con los Texas Rangers—, y una velocidad que supera constantemente las 100 millas por hora, el “Misil Cubano” se ha ganado un lugar entre los mejores cerradores de todos los tiempos. De hecho, muchos ya lo proyectan como un futuro miembro del Salón de la Fama del béisbol.
Durante la charla con Daniel de Malas, CEO de SwingCompleto, Chapman reiteró su compromiso con los valores personales que lo han guiado desde que decidió abandonar el béisbol cubano en 2009. Aquella decisión, tomada durante un viaje del equipo nacional a Rotterdam, Holanda, marcó el comienzo de su carrera profesional en Estados Unidos, pero también lo excluyó para siempre del sistema deportivo oficialista de Cuba. Además, venía precedida de una suspensión interna que ya le había costado la oportunidad de participar en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Lejos de mostrar arrepentimiento, Chapman ha reafirmado durante años su posición política y deportiva: nunca jugaría por un equipo que represente al régimen cubano. “Solo jugaré por Cuba cuando sea libre”, ha dicho en reiteradas ocasiones. En esta nueva entrevista, fue enfático al reiterar esa postura y al mismo tiempo sorprendió al revelar que ha dado el sí para representar a otro equipo en el Clásico Mundial 2026.
Si bien no se especificó qué selección nacional podría acogerlo, es bien sabido que el torneo permite que peloteros con vínculos familiares o de residencia puedan representar a otras naciones. En el caso de Chapman, quien ha pasado la mayoría de su vida profesional en Estados Unidos, y que posiblemente cuente con ciudadanía o vínculos en otros países, la opción es completamente válida dentro del reglamento del torneo.
Este anuncio no solo genera expectativa entre los aficionados que siguen de cerca la carrera del holguinero, sino que también plantea un escenario interesante para el Clásico Mundial 2026. Ver a Chapman, uno de los cerradores más dominantes de la última década, lanzando en representación de una nación distinta a la suya por razones políticas y de principios, añade un componente emocional y simbólico al evento. Sin duda, su presencia reforzará cualquier bullpen y dará que hablar, dentro y fuera del terreno.