BOXEADOR CUBANO CASI MU3R3 EN PLENA PELEA Y FUE NOQUEADO EN 27 SEGUNDOS !!!

Un nuevo episodio doloroso marcó la historia reciente del boxeo cubano tras una derrota que sorprendió a muchos aficionados. En la noche del 11 de octubre, el púgil cubano Pablo Vicente sufrió un nocaut fulminante en apenas 57 segundos de combate, durante la velada “Gloria y Honor”, celebrada en la Quinta Vaccarezza del Sindicato Agoec, en Buenos Aires, Argentina. El enfrentamiento tenía en disputa el título latino de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y el rival de turno fue el invicto argentino Alan Chávez, quien llegó al cuadrilátero con un registro impecable de 21 victorias.

Desde el inicio del combate, Chávez mostró una clara intención de imponer su ritmo y presionar al visitante. Con movimientos precisos y golpes bien colocados, el argentino buscó minar la defensa del cubano, que intentaba mantener la distancia y aprovechar su velocidad. Sin embargo, la estrategia no resultó efectiva. La potencia del boxeador local pronto hizo la diferencia, y apenas transcurridos 57 segundos del primer asalto, un derechazo directo al rostro dejó sin opciones a Vicente, que cayó desplomado sobre la lona ante la sorpresa general.

El árbitro no dudó en intervenir y detener las acciones al ver el estado del antillano, quien intentó ponerse de pie, aunque su evidente desorientación impidió cualquier continuidad. La contundencia del golpe y la rapidez de la definición generaron una ovación inmediata del público argentino, que celebró la defensa exitosa del cinturón por parte de Chávez.

Para Pablo Vicente, la derrota representó un fuerte golpe a sus aspiraciones profesionales. Llegaba con la esperanza de conquistar un título que habría significado un salto importante en su carrera, pero el desenlace fue completamente opuesto. Con esta caída, su récord se situó en 24 victorias y 4 derrotas, y se suma así a la lista de boxeadores cubanos que han tenido reveses inesperados en escenarios internacionales.

El resultado dejó claro que, en el boxeo, un solo descuido puede ser decisivo. El público disfrutó del espectáculo breve pero intenso, mientras el cubano deberá replantearse su camino y prepararse para regresar más fuerte. En apenas 57 segundos, una noche de sueños se transformó en una amarga lección de realidad.