Aroldis Chapman, uno de los lanzadores más dominantes en la historia de las Grandes Ligas, ha recorrido un largo camino desde sus primeros pasos como novato con los Cincinnati Reds hasta convertirse en una figura respetada y admirada dentro del béisbol profesional. A lo largo de su carrera, ha acumulado logros que lo colocan entre los mejores relevistas de todos los tiempos, pero su inicio en el “Big Show” no estuvo exento de retos ni de momentos amargos. Uno de esos episodios, marcado por una experiencia incómoda con la prensa, quedó grabado para siempre en la memoria del supersónico lanzador cubano.
En una reciente aparición en “El Show de Swing Completo”, Chapman compartió una anécdota reveladora que expone no solo los prejuicios que enfrentó, sino también la firmeza con la que encaró su camino. Durante su primer Spring Training con los Cincinnati Reds, apenas comenzando su carrera en las Grandes Ligas, fue entrevistado por un canal en español. Aunque Chapman no recuerda con exactitud el nombre del medio ni del periodista, sí tiene muy presente la pregunta que le formularon, la cual lo marcó profundamente: “¿Cómo te sientes al no haber cumplido con las expectativas?”. Para un joven que apenas se abría paso en el mundo del béisbol profesional, aquella interrogante no solo fue prematura, sino desmotivadora.
Años después, con una carrera repleta de reconocimientos y hazañas, Chapman rememoró aquel momento con una mezcla de orgullo y reivindicación. “Eso nunca se me olvidó y mira todo lo que ha llovido. Ahora me gustaría saber quién fue aquel periodista solo para decirle ‘mira lo que he podido hacer en el béisbol’ pese a no haber terminado todavía mi carrera”, expresó con la convicción de quien ha demostrado, con hechos, su valía.
Y razones no le faltan. Chapman ha sido seleccionado en siete ocasiones al Juego de Estrellas, ha ganado dos Series Mundiales —una con los Chicago Cubs en 2016 y otra con los Texas Rangers en 2023— y obtuvo en 2019 el prestigioso premio “Mariano Rivera” al mejor relevista de la Liga Americana. Su nombre está asociado a la velocidad extrema en el montículo, con rectas que superan las 100 millas por hora, y a un dominio que ha perdurado a lo largo de más de una década en el máximo nivel del béisbol.
Lo que más impresiona en la historia de Aroldis Chapman no es solo su talento, sino la resiliencia con la que ha enfrentado los desafíos. Desde su salida de Cuba hasta su consolidación en el béisbol de Estados Unidos, ha tenido que superar barreras culturales, deportivas y personales. El episodio con aquel periodista representa apenas una muestra del escepticismo que muchos sintieron al principio, pero también es el punto de partida de una historia de superación que aún se sigue escribiendo.
Chapman, con voz firme y mirada retrospectiva, deja claro que no olvida de dónde vino ni lo que ha logrado. En un mundo donde los juicios suelen emitirse demasiado pronto, su recorrido es testimonio de que el verdadero valor se mide con el tiempo y con los resultados.