El pasado 23 de abril de 2025, el béisbol coreano vivió uno de sus momentos más tensos y electrizantes de la temporada cuando Yasiel Puig, el polémico y talentoso jardinero cubano, estuvo a punto de recibir un pelotazo en el rostro durante un enfrentamiento entre los Kiwoom Heroes y los Doosan Bears, perteneciente a la Korea Baseball Organization (KBO). El incidente no solo puso en riesgo la integridad física del jugador, sino que también desató una reacción inmediata que terminó con las bancas vaciadas y el ambiente caldeado en el terreno de juego.
El momento ocurrió en la parte baja del cuarto inning, con los Heroes abajo en el marcador 1-2. Puig, visiblemente frustrado por la situación del juego y por su bajo rendimiento en la temporada, enfrentaba un turno crucial. Fue entonces cuando un lanzamiento descontrolado del lanzador de los Bears se elevó peligrosamente, rozando su rostro. Aquel pitcheo fue interpretado por Puig como una falta de respeto o, peor aún, una agresión intencional, lo que encendió su furia.
Sin pensarlo dos veces, Puig avanzó hacia el montículo con determinación, dispuesto a encarar al pitcher. La tensión se disparó en el estadio. Yang Eui-Ji, receptor de los Bears, corrió inmediatamente para interponerse entre ambos jugadores e intentar calmar a Puig, ofreciéndole disculpas e intentando desescalar la situación. Sin embargo, la reacción ya estaba en marcha y no tardaron en vaciarse ambas bancas.
Jugadores, coaches y personal de ambos equipos invadieron el terreno de juego, aunque por fortuna la situación no pasó a mayores. No se reportaron golpes, pero sí intercambios verbales acalorados que reflejaron la intensidad y competitividad del momento. La escena fue un claro recordatorio del carácter explosivo de Puig, conocido por su energía desbordante desde sus días en las Grandes Ligas con los Dodgers, Reds y otros equipos.
Este episodio llega en un momento complicado para el cubano, de 34 años, quien en la temporada 2025 no ha logrado encontrar su mejor forma en la KBO. En 26 juegos, apenas batea para .204 con 4 cuadrangulares y 14 carreras impulsadas, números lejanos a los que registró en 2022 con los mismos Heroes, cuando bateó .277 y conectó 21 jonrones. Su deseo declarado de volver a las Grandes Ligas parece más distante en medio de estas dificultades y episodios controvertidos.
A pesar de sus altibajos y momentos polémicos, Yasiel Puig sigue siendo una figura magnética, un jugador que genera atención dentro y fuera del diamante. Este incidente puede ser interpretado como una muestra más de su pasión competitiva o como una advertencia sobre los peligros de su impulsividad. La KBO, liga que no está exenta de momentos intensos, ha sido testigo ahora de otro capítulo en la historia del cubano, quien continúa su lucha por mantenerse vigente en el béisbol profesional.
Mientras Puig intenta recuperar su nivel y mantener viva la llama de su carrera, este suceso podría marcar un antes y un después, ya sea como un llamado de atención o como un nuevo obstáculo en su siempre impredecible trayectoria.