La Ultimate Fighting Championship (UFC) ha tomado la difícil decisión de despedir a varios de sus peleadores, entre los cuales se encuentra el cubano Robelis Despaigne, un peso pesado que había generado un gran interés entre los aficionados de las artes marciales mixtas (MMA) a principios de 2024. Despaigne, originario de Santiago de Cuba, tuvo un inicio prometedor en la UFC, pero las circunstancias cambiaron drásticamente en las últimas semanas, lo que llevó a su salida de la organización más grande y reconocida del mundo en este deporte.
Robelis Despaigne, conocido como «Big Boy», llegó a la UFC con una reputación sólida. Antes de hacer su debut en la organización, ya había dejado huella en el ámbito del taekwondo, donde se convirtió en medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Su trayectoria en el deporte de combate le otorgó una base sólida y habilidades que se traducirían en su carrera como peleador de MMA. En marzo de 2024, hizo su debut en el UFC 299, y lo hizo de manera espectacular, no solo por su victoria, sino por la rapidez con la que logró finalizar el combate. En tan solo 18 segundos, Despaigne noqueó al estadounidense Josh Parisian en el Kaseya Center de Miami, Florida. Este impresionante inicio capturó la atención de los medios y de los seguidores, elevando su perfil en la UFC.
El camino de Despaigne en la MMA antes de unirse a la UFC fue notable. Antes de su debut en la organización, había acumulado un historial perfecto de cuatro victorias consecutivas, todas por nocaut. Sus combates previos incluyeron triunfos destacados, como su victoria sobre Katuna Malumba, que duró 4:54 minutos, y una serie de nocauts impresionantes en tiempos récord contra Travis Gregoire, Stevie Payne y Miles Banks, donde necesitó solo 12, 3 y 4 segundos, respectivamente, para sellar la victoria. Sin embargo, después de este impresionante comienzo, las cosas comenzaron a complicarse para el cubano.
Las dos últimas presentaciones de Despaigne no cumplieron con las expectativas. En mayo, enfrentó al dominicano Waldo Cortés-Acosta y, lamentablemente, perdió el combate. Su siguiente desafío, el 19 de octubre, fue contra el norteamericano Austen Lane, donde también salió derrotado, lo que llevó a la organización a reconsiderar su lugar en la UFC. Las derrotas en este nivel de competencia son particularmente costosas, y Despaigne no logró convencer a Dana White, el presidente de la UFC, sobre su capacidad para seguir siendo un contendiente.
El despido de Despaigne ha generado una mezcla de sorpresa y tristeza entre sus seguidores, quienes esperaban que pudiera recuperarse de sus recientes tropiezos. Si bien su tiempo en la UFC ha llegado a su fin, queda la interrogante sobre su futuro en otras organizaciones de MMA. Despaigne tendrá que enfocarse en mejorar aspectos clave de su juego, especialmente su defensa y el trabajo en el suelo, áreas que se han señalado como deficientes en sus últimas actuaciones. La capacidad de adaptarse y evolucionar es esencial en un deporte tan competitivo como las artes marciales mixtas.
El camino hacia el éxito en la UFC es difícil y está lleno de altibajos. Robelis Despaigne, a pesar de sus recientes fracasos, ha demostrado su potencial y su capacidad para atraer la atención del público. Con su experiencia en la UFC, es posible que encuentre nuevas oportunidades en otras ligas, donde podrá trabajar en sus debilidades y buscar un regreso triunfal a las grandes ligas de las MMA. La historia de Despaigne no termina aquí; es probable que sea solo un capítulo en una carrera que aún tiene mucho por ofrecer.